Me cae bien una persona, pero no siento atracción física

Puede suceder, ¿verdad? ¿Qué debería hacer? ¿Esperar, o buscar otra persona? Averigüémoslo. 

Para empezar, dejemos en claro que no es obligatorio tener sexo con todas las personas que nos gustan. ¿Cómo te resuena esto?

Imagina que has conocido a una persona interesante: te gusta comunicarte con esa persona. Te sientes en la misma sintonía. Está bien versado en el arte, y sus chistes son muy graciosos. ¡Genial! Pero no hay atracción física. No deseas a la otra persona sexualmente.

Y ¿por qué deberías hacerlo?

¿Solo porque has encontrado una persona genial y no quieres desperdiciar la mercancía? Esta persona podrá ser un amigo, un compañero, alguien con quien pasar el rato. ¿De dónde viene la idea de la atracción mutual obligatoria?

Otro lado de la historia puede relacionarse con la libido mal direccionada. Entonces, imagina que has conocido a un hombre atractivo pero tu libido se encuentra de alguna forma… adormecida. ¿Dónde está? ¿Por qué no te sucede que quieres estar encima de él, que te saque la ropa (o tú a él), y encender la noche? Es porque la libido no es algo que aparece instantáneamente, como un genio saliendo de una botella. No se reconoce rápidamente – es necesario formarlo. ¿Pero cómo hacerlo? Gradualmente: conoce a la persona intelectualmente, pasa tiempo con el otro… Si te gustan platónicamente, hay una posibilidad de que conecten sexualmente. 

Naomi conoció a Ali en Internet. Comenzaron a comunicarse más y más, pero la relación no avanzó más allá de la amistad. Naomi estaba segura de que no iría más allá de eso – no lo veía como una pareja potencial, sino solo como un amigo. Hasta que un día se conocieron. Y luego volvieron a verse. En su última reunión se encontraron en un café, salieron a caminar, y al final de la cita él la ayudó a salir del auto, y la tocó – ella notó que eso la había excitado. Pero no planeaba que eso le suceda.  


No se puedes desatender los aspectos físicos, aunque las personas intenten. Algunas características psicológicas no son necesariamente sexuales, sino de cómo la persona come, bebe, y se mueve. Si no te gusta, si no te parece placentero, tu libido tendrá una baja chance. 

Aquí tenemos otra historia. 

Zoe ha estado saliendo con Kishan durante un mes ya. A ella le gusta que sea orientado a los objetivos, firme y activo – estas son cualidades útiles. A ella le gusta su trabajo y que tenga su apartamento en el centro de la ciudad. Y además el hecho de que hable tres idiomas. Pero personalmente él no le gusta. ¡Qué pena! Después de todo, ¡todo va bien! Dejando de lado eso… pero Zoe está esperando que algo cambie porque ella realmente tiene ganas de que cambie.  

Podemos ver que no estamos hablando únicamente de la libido ahora. Más bien acerca de la autodecepción y de un intento de transcurrir los deseos para la realidad. 

Narine y Simon llevan ocho años casados. El último año no ha sido fácil para la pareja: Simon tuvo un amorío, pero lo terminó. Luego intentaron rehacer su relación durante mucho tiempo. Parecía que todo comenzaba a funcionar de a poco. Pero sus libidos habían desaparecido, y ahora Narine y Simon habían dejado de desearse. En una consulta con un psicólogo se dieron cuenta que entre los esposos había una gran carga de resentimientos acumulados. Y es esta carga la que hizo que dejaran de desearse sexualmente… 

Todas las historias son distintas. Analiza la tuya – y entenderás si vale la pena esperar o no a que se produzca la atracción, si tienes que actuar, o si es momento de soltar la historia y seguir adelante.


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