El equilibrio de dar y recibir

Escuchamos muchas cosas acerca del equilibrio de “dar y recibir”. Al mismo tiempo, esta fórmula no es tan obvia ni sencilla como puede parecer a primera vista. Hay varias preguntas al respecto:

○ ¿Cómo determine el estado de mi equilibrio?

○ ¿Debería estar dando o recibiendo más?

○ ¿Cómo puedo hacer que esto sea más equitativo?

Intentemos averiguarlo.

Todas las relaciones funcionan siguiendo determinadas reglas. No importa de qué relación estemos hablando: romántica, de amistad, o de negocios. Imagina que entras a una tienda y pagas por un conjunto de bienes – pero no los recibes. Pagaste el dinero – pero no hay nada en tus manos. ¿Eso quiere decir que el equilibrio se ha roto? Claro. 

O asume que en una relación de negocios tú realices tu parte de la transacción – y la otra persona desaparece. ¿Esto es aceptable? Obviamente no. 

Lo mismo aplica a las relaciones de amistad y románticas. Si una persona invierte su amor, su cuidado y su atención en la relación, mientras que el otro solo acepta y no ofrece nada a cambio, es necesario “revisar el equilibrio” de esta relación. 

Jennifer está saliendo con Phil. Phil raramente responde a sus mensajes y casi nunca le propone verse. Jennifer es la que lo hace. Ella también es quien le compra regalos con regularidad – una hermosa bufanda, una mochila… Y también le cocina sus galletas preferidas. Jennifer se siente cansada y triste. Y sí, si ella es la única invirtiendo en esa relación. No hay un equilibrio.

Keith no puede construir una amistad con Simon. Simon únicamente aparece cuando necesita algo de Keith: para pedirle dinero, para pedirle prestada su guitarra, o (como sucedió recientemente) cuando necesita un lugar para dormir por un par de días. El resto del tiempo Simon es completamente inaccesible. 


Si una persona da demasiado, pero recibe muy poco a cambio, se sentirá vacía. Es una ley de la naturaleza. La energía debe volver, debe circular. Únicamente cuando sea así, habrá un intercambio mutuo. Es como un río que fluye rápidamente – el agua no se queda quieta. Pero si no se limpia el agua de un lago o una laguna, puede llenarse de algas.

En el caso opuesto, si una persona recibe demasiado pero no da nada a cambio, entonces dejará de valorar lo que tiene. Y hay muy poco placer y alegría en eso.

Mírate a ti mismo: ¿cómo actúas en una relación? Eres quien da, ¿o siempre tomas más de lo que compartes? 

Es importante notar que el intercambio mutuo no siempre sucede en la misma “divisa”. Puedes compartir algo distinto a lo que recibas. 

Por ejemplo, una persona en una relación muestra cariño hacienda regalos, y la otra cocinando el desayuno o la cena. En este caso hay un equilibrio. 

El equilibrio dar-recibir no funciona únicamente en las relaciones, sino también en otras áreas. Si te sientes agotado y exhausto en el trabajo, probablemente haya un desequilibrio. Puede ser que estés invirtiendo esfuerzo y recursos que no compensan – quizás por un salario insuficiente, o quizás por un jefe tirano, o colegas tóxicos.  

¿Cómo trabajar en tu equilibrio?:

1. Intenta comprender tus necesidades – ¿qué necesitas, qué falta?

2. Analiza en qué área se produjo un desequilibrio, y cuál es: muchas inversiones que no scon compensadas, o lo contrario. ¿Por qué sucede? 

3. Intenta hablar honestamente con tu pareja si sientes que falta un equilibrio – sin acusaciones, más bien utilizando “mensajes autorreferenciales” (“A mí me parece”, “Yo siento”, “Me gustaría”).

Si descubres un problema, valdrá la pena analizar desde todos los ángulos e intentar restaurar el equilibrio – nivelar la balanza. Si sientes una mejora en tu ánimo, y una armonía interna, entonces es un claro signo de que estás en el camino correcto y que tus recursos están siendo reabastecidos.


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